NUEVA SUBIDA DEL IPC: LOS CIUDADANOS SIGUEN PERDIENDO PODER ADQUISITIVO
- Dos meses consecutivos de subida agudizan el empobrecimiento.
- Continúa la devaluación interna.
- Aumento de precios y bajadas salariales, un escenario que contradice las previsiones de “luz al final del túnel”.
La Unión Sindical Obrera, USO, valora muy negativamente la segunda subida consecutiva de los precios hasta situarse el IPC interanual en el 2,1%, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en el 2,2% en tasa interanual, cuatro décimas por encima del dato de mayo, y la inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, se mantiene en el 2%. Además, el diferencial en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con respecto a nuestros socios de la Unión Monetaria, se incrementa hasta alcanzar 0.6 décimas –un 2,2% en España frente a un 1,6% en la UM- lo que ocasiona que se agudice la pérdida de competitividad frente a nuestros socios.
Con estos datos, la USO constata y denuncia que, la combinación de subidas de precios, bajadas de salarios, pérdida de poder adquisitivo de pensionistas y cifras de paro alarmantes, es “explosiva y aleja cada día más la necesaria contribución del incremento de la demanda interna para que, efectivamente, se revitalicen los indicadores generales de la economía y se pueda pensar en generación de empleo”.
Los datos del IPC sumados al resto de indicadores económicos nos sitúan “en una perspectiva de continuidad recesiva o, como mucho, de estancamiento a medio plazo de la economía”. Un poder adquisitivo completamente devaluado apunta “lamentablemente a que las recientes predicciones del FMI, que sitúan el inicio de la recuperación económica en 2015, pueden ser acertadas y situarnos en un escenario de estancamiento prolongado similar a la década sin crecimiento que se registró en Japón”.
Por último la USO lamenta que se esté abonando la campaña de propaganda del Gobierno tendente a trasladar a la opinión pública que podríamos estar en el inicio del “buen camino” cuando, mes a mes, los indicadores que afectan realmente a la población, desmienten el espejismo.