Más de la mitad de los nuevos asalariados de la década tiene un contrato temporal

  • Solo un 4,68% de los contratados riojanos acceden al mercado laboral con un trabajo fijo
  • Casi el 88% de la contratación riojana se justifica por “obra y servicio” o “circunstancias de la producción”

“La Rioja  está entre las comunidades autónomas españolas donde resulta más difícil que te ofrezcan un contrato indefinido. Sólo el 4,68% de los contratos que se han firmado en el primer semestre han sido indefinidos, frente al ya de por sí bajo 6,23% de media nacional”, denuncia Jesús Fernández, Secretario de Acción Sindical de USO La Rioja, sobre datos extraídos del informe “Anomalías de nuestro mercado de trabajo”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO. En La Rioja se han formalizado 74.488 contratos en este semestre, el 87,39% son por “obra o servicio” o “eventuales por circunstancias de la producción”, “un encadenamiento de temporalidad que explica que, a pesar de firmar y firmar contratos, sigamos padeciendo una gran precariedad”, continúa Fernández.

 

Aunque las cifras son ligeramente superiores a nivel nacional, el estudio destaca que el 30% de los contratos dura menos de una semana y que la duración media de un contrato en España es de 50 días: “hay trabajadores que viven en permanente temporalidad. Se sigue usando la fórmula de contratar de lunes a viernes para ahorrarse el pago del descanso semanal y volver a dar de alta a los trabajadores al lunes siguiente. Es necesario reforzar la labor de la Inspección de Trabajo para hacer un seguimiento y demostrar esas irregularidades justificadas desde el empleador por las ‘circunstancias de la producción’”, pide la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, Laura Estévez. Del más de un millón de nuevos ocupados en la última década en nuestro país, un 50,5% es temporal.

Por eso, desde USO, se apuesta por “que se simplifiquen los tipos de contrato, pues el de obra y servicio, por ejemplo, es un coladero de indefinidos camuflados de temporales; que se penalice la contratación temporal y, especialmente, su abuso; y que se vigilen las causas que de verdad demuestran que un contrato sí debe ser temporal”, concluye Estévez. La mayoría de los contratos los suscriben los hombres, a pesar de que hay más mujeres en paro, y los menores de 30 años, especialmente castigados por el encadenamiento de contratos. Los mayores de 50 años, que suponen el grueso de parados, sin embargo están marginados en la dinámica de contratación y les resulta más difícil reengancharse al mundo laboral.