Cómo volver al trabajo en construcción con seguridad y efectos que ya deja el coronavirus

Tras el parón de las actividades no esenciales, entre hoy y mañana se retoma la actividad en la mayoría de ellas, de industria y construcción

Entre hoy y mañana, en función de la comunidad autónoma, se retoman las actividades no esenciales que no están expresamente prohibidas desde el inicio del estado de alarma. Esas actividades explícitamente prohibidas desde el primer día son la hostelería, comercio no imprescindible y otros sectores que precisan de más contacto.

Otras fueron suspendidas de forma obligatoria entre el 30 de marzo y el 9 de abril, aunque no mediante un ERTE. En ese caso, el Gobierno decretó lo que llamó “permiso retribuido recuperable”, que implica desde ahora negociar cómo “devolver” las horas no trabajadas en esas jornadas de aquí al 31 de diciembre.

Esas actividades suspendidas durante las dos semanas de endurecimiento del aislamiento son las que hoy vuelven al tajo. Pertenecen principalmente al ámbito de la construcción y la industria, si bien mucha de la industria, por haber orientado su producción hacia material necesario para luchar contra la pandemia, había resultado “indultada” del parón.

Construcción, sí, pero con restricciones

En cuanto a la industria, Sanidad ha pedido una flexibilidad en los horarios de entrada y salidad de los turnos, ampliando las horquillas, para evitar aglomeraciones. Además, les pide a las empresas que establezcan un número de personas adecuado por cada turno para garantizar la separación mínima de seguridad entre personas.

En el caso de la construcción, no toda la actividad está permitida. Así, y según recoge el BOE, deberá seguir paralizada en el caso de que:

  • las labores de construcción, rehabilitación o arreglos se lleven a cabo en edificios ya existentes, donde los trabajadores deban compartir espacios comunes con personas que lo habitan. Esas obras deben ser suspendidas.
  • toda aquella obra que no pueda realizarse sin que trabajadores o materiales ocupen o transiten por los mismos espacios que personas que se encuentren permanente o temporalmente en el edificio.

Así, quedan incluidas no solo las labores en edificios de viviendas, sino en cualquiera donde los trabajadores deban compartir espacio con los ocupantes, como pueden ser oficinas, comercios, cualquier centro de trabajo en activo o espacios residenciales.

¿Cuáles son las excepciones a esta paralización de obras en edificios ocupados?

Las restricciones no afectan a obras que, llevándose a cabo en edificios habitados u ocupados en ciertos horarios, se realicen en alas completamente independientes de aquellas por donde transitan las personas ajenas a la obra.

Además, también podrán realizarse reparaciones urgentes en las instalaciones, arreglos de averías y las tareas de vigilancia.

¿Cuándo se reanudarán esas labores de construcción?

La paralización de las obras por confluencia de trabajadores y ocupantes en el mismo edificio se extiende hasta el final del estado de alarma. De momento, hasta el 26 de abril, pero seguirán suspendidas si el estado de alarma sufre nuevas prórrogas. La restricción interpuesta por el Ministerio de Sanidad solo la modificará el propio Ministerio, si considera que las circunstancias justifican un cambio de criterio.

Algunos de los efectos del parón en la construcción por la crisis del coronavirus covid-19

La crisis sanitaria, ya antes de estas dos semanas de restricciones más duras, había supuesto suspensión de empleo. De la actividad constructiva, depende la fabricación de multitud de materiales, muebles o decoración. Por ejemplo, el grupo Ingemar, donde la Federación de Industria de USO cuenta con dos delegados, inició un ERTE el pasado 26 de marzo y hasta que finalice el estado de alarma. Esta factoría lucense, dedicada al granito y al mármol, tenía problemas con el suministro de materias primas, prácticamente dejó de facturar y, además, la mayoría de las labores tenían que realizarse en equipo, sin poder garantizar la distancia mínima entre trabajadores.

También en Galicia, el Grupo Finsa ha presentado un ERTE. Se trata de una de las empresas que más empleo crea en la comunidad. 1.600 trabajadores estarán regulados hasta el 30 de abril. 800 se localizan en Santiago de Compostela y la otra mitad se reparte entre Padrón, San Cibrao y Ràbade. FI-USO, que cuenta con una importante representación en Finsa, consiguió mejorar las condiciones del ERTE complementando los salarios, las pagas extra y garantizando el 100% del disfrute de las vacaciones.

En cuanto a mueble, el sector en la Región de la Murcia, el gran motor productivo de la zona de Yecla, decidió aceptar en su conjunto el ERTE para todas las empresas. Además, las empresas que se acojan a los ERTE por causa de fuerza mayor u otras relacionadas con el coronavirus se comprometen a que los trabajadores no pierdan días de vacaciones y a que no haya despidos en los seis meses siguientes al fin del estado de alarma.

Fuera de la Región de Murcia, donde negociamos el convenio sectorial, también otras empresas del mueble sufren los efectos de la crisis sanitaria. En Sevilla, Ekipashop estará de ERTE hasta el 30 de junio, aunque irá reincorporando a sus trabajadores si se reactivan los pedidos. La negociación de las condiciones, en las que USO tomó parte, también ha complementado los salarios y se garantizan pagas extra y vacaciones.

¿Qué otras medidas laborales o de prevención debes conocer si vuelves a tu puesto de trabajo o estás afectado por un ERTE?