RESCATE FINANCIERO: NO CON NUESTRO DINERO (y II)

La Unión Sindical Obrera quiere transmitir a la sociedad española la necesidad de que no tolere que seamos los ciudadanos quienes acabemos pagando el rescate de nuestro sistema financiero. Es necesario que el saneamiento del sistema financiero se haga con total transparencia, algo que no se está realizando y no puede servir de excusa la velocidad con la que se han desarrollado los acontecimientos. Este rescate no debe ser pagado con nuevas condiciones y exigencias a los ciudadanos. La supuesta no condicionalidad macroeconómica asegurada por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se ve comprometida por la lista de recomendaciones realizada por Bruselas en el sentido de que será necesario subir el IVA y acelerar el mecanismo de retraso de la edad de jubilación, entre otras medias apuntadas por la UE.

No se puede considerar un éxito el que se produzca un rescate parcial de nuestra economía, mediante la intervención del sector financiero. Era necesario reconocer que  nuestro sistema financiero está enfermo, ese mismo sistema que hace pocos años era el mejor del mundo y que no necesitaba ningún tipo de ayuda cuando los gobiernos de los países europeos y de EE.UU. salieron a rescatar a los suyos. Es el Gobierno quien recibirá esa inyección de capital a través del FROB, y no directamente los bancos, y es el Gobierno quien responde de ese dinero, y lo hará una vez más, sobre los contribuyentes con nuevas cargas.

No se debe hacer de la necesidad virtud, impidiendo que los más elementales principios de transparencia presidan todo el proceso y se nos está hurtando, utilizando la emergencia como coartada, la necesaria información para que los ciudadanos nos enfrentemos al problema, conozcamos su verdadero alcance y lo que supondrá o no este rescate para nuestros bolsillos. La USO apuesta porque el coste de este rescate sea asumido íntegramente por los accionistas e inversores de las entidades de crédito afectadas y por las entidades que son acreedoras, convirtiendo la deuda en caso de impago en acciones y asumiendo así su responsabilidad.

Los españoles tendremos que hacernos cargo de 100.000 millones más y sus intereses que computarán como déficit, sin que nuestros políticos vayan a notar restricción alguna en su muy dispendiosa predisposición a gastar nuestro dinero. Y los únicos que de verdad salen bien parados de la operación son los acreedores de los bancos quebrados; es decir, justamente aquellos que tendrían que  cargar con la responsabilidad de sus errores de inversión.

La USO considera necesario tener un sistema financiero saneado, que haga posible que el crédito fluya hacia las Pymes y familias. Por ello considera positiva la creación de una unión bancaria europea  que debería permitir a las entidades financieras solicitar ayuda directamente al fondo europeo de rescate, es decir al nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que empezará a ser operativo a partir del próximo 1 de julio y que debería ser utilizado para una recapitalización directa de las entidades de crédito.