Los datos del paro en La Rioja reflejo de una crisis sociolaboral que exige una reacción inmediata
- El paro registra una subida interanual sin precedentes del 18,09% en La Rioja
- Entre marzo y abril, 2.489 trabajadores no han entrado en las medidas de protección y se han quedado sin empleo
El paro vuelve a acercarse a los 4 millones, 19.000 trabajadores en La Rioja y sufre una subida interanual sin precedentes del 18,09%. Un mes, abril, en el que el año pasado se dio el grueso de las contrataciones de Semana Santa y en el que este año no se ha creado ese empleo turístico por razones obvias, pero no se ha parado la sangría de despidos y finalizaciones de contratos. No todas las personas han quedado protegidas por las medidas y eso se refleja en que casi 2.489 trabajadores se han ido al paro entre marzo y abril.
Un mes más, vuelve a ser mayor el incremento en el paro masculino que en el femenino, por haber pervivido los empleos de cuidados y servicios, justamente el empleo más castigado por la precariedad. Algo que también se nota en la temporalidad: se ha seguido contratando en abril, aunque ha caído notablemente el ritmo, pero más del 91% de esos contratos han sido temporales. La alta rotación y poca estabilidad en nuestros servicios básicos, como la Sanidad, obliga a replantearse el modelo de estado del bienestar en el que vivimos. Es inconcebible que los garantes de nuestra salud, a quienes la población sigue honrando cada tarde, estén de nuevo a la cola del paro.
Poco a poco la actividad está empezando a volver a la normalidad. La llaman nueva normalidad, y efectivamente para eso tiene que servir este mazazo que hemos recibido como sociedad: para darnos cuenta de que lo que percibíamos como normalidad tampoco lo era. La crisis ha evidenciado nuestras principales carencias, que pasan por la investigación y por una reindustrialización que nos permita abastecernos y abastecer a otras regiones y a otros países: el motor de la recuperación pasa por favorecer la actividad y el emprendimiento en esos sectores.
El Gobierno debe reaccionar ya. Mientras se destruye empleo a un ritmo incesante y se cierran empresas, con unas previsiones económicas tan poco halagüeñas debe dibujarse ya un gran acuerdo por el empleo y la recuperación económica con el trabajo en el centro.